Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8)

En nuestros devocionales anteriores, hemos compartido como el alcohol puede motivar a las personas a hacer cosas que usualmente no harían. Los habitantes de New Orleans están acostumbrados a escuchar las historias de aquellos que vienen al French Quarter de vacaciones y consumen mucho alcohol lo que los lleva a hacer algo terrible y completamente fuera de lugar para esa persona. De una forma similar, pero a la vez completamente opuesta, cuando somos llenos del Espíritu Santo, Él puede motivarnos y permitimos hacer cosas que usualmente no haríamos, en el buen sentido. 

En el Día de Pentecostés, “Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad.” (Hechos 2:4) Habían alrededor de 120 personas orando en el Aposento Alto ese día y todos fueron llenos de la presencia y el poder del Espíritu Santo. Aunque algunos se enfocan en este poder al ser evidente debido a que hablaron en otras lenguas, es primordialmente visto en la forma en la que los cristianos primitivos compartían el evangelio con las personas de diferentes antecedentes, haciéndolo de manera sobrenatural y con valentía (Hechos 2:4-40). Esto fue la llenura de la que Jesús había compartido antes de su Asunción cuando dijo “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8)

A esto se refería Jesús y era lo que los cristianos del primer siglo estaban demostrando- cuando una persona es llena del Espíritu Santo, no puede evitar convertirse en un testigo vibrante del Señor. Él está cargado e infundido por el Espíritu Santo y simplemente no puede callar de decirle a otros acerca de quién es el Señor y lo que Él ha hecho. En Hechos 4, los Apóstoles Pedro y Juan se encontraron con la iglesia primitiva en oración. Lucas escribe, “Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.” (Hechos 4:31) Cómo podemos ver en esta escritura, de Hechos 2, y por las palabras de Jesús en Hechos 1:8, una de las principales evidencias de que una persona está llena del Espíritu es que están compartiendo constantemente su Fe con otros. 

Actividad de seguimiento- Cuando ores hoy, pídele al Señor que te llene con su Espíritu Santo para que puedas compartir con valentía tu Fe en El dondequiera que vayas. Luego, pídele que te guíe a aquellos que necesitan escuchar de El hoy. Si, mientras estás orando, ciertos nombres de personas te llegan a la mente, escríbelos en una lista de oración y ora por ellos diariamente, pidiéndole a Dios que te dé oportunidades de compartir acerca del Señor con ellos. Si estás guiando a tu familia a través de este devocional, discutan lo que significa ser llenos del Espíritu Santo y el empoderamiento para testificar lo que viene con la llenura. Luego, instruye a cada miembro de la familia a completar individualmente el ejercicio de arriba. 

 Oración para hoy- Señor, por favor lléname de tu Espíritu Santo hoy y ayúdame a compartir valientemente mi fe con otro dondequiera que vaya. En el nombre de Jesús, Amén.

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