El Apóstol Pablo- “No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón.  Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:18-21)

En el devocional de ayer, aprendimos que cuando los cristianos primitivos fueron llenos del Espíritu Santo en Hechos 2, ellos salieron a Jerusalén con valentía a contarle a otros acerca del Señor. El gran orador ese día fue Simón Pedro. ¿Recuerdas las acciones de Pedro antes de ser lleno del Espíritu? Justo antes de la crucifixión de Jesús, el negó que conociera al Señor tres veces, aunque previamente ya había alardeado de que nunca negaría al Señor. Pedro fue lleno con un espíritu de temor y desesperación en vez del Espíritu del Señor. Pero en el Día de Pentecostés, Pedro estaba entre aquellos quienes fueron llenos del Espíritu Santo. El salió a las calles de Jerusalén, compartiendo del Señor con otros hasta que una multitud se reunió. Entonces Pedro, se paró y predicó proclamando que Jesús era el único Hijo De Dios y el único Salvador del mundo. El concluyó este audaz y poderoso sermón con estas palabras: “Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!” (Hechos 2:36) 

¡Que increíble transformación vemos en la vida de Simón Pedro! El cambio de ser un cobarde a un defensor cuando fue lleno del Espíritu De Dios. Y lo mismo nos pasa cuando somos llenos del Espíritu, de repente (y para nuestra propia sorpresa) nuestras actitudes, acciones y ambiciones comienzan a cambiar. Con la ayuda del Espíritu Santo podemos vencer nuestros miedos, preocupaciones, tentaciones y pruebas. Cuando somos llenos del Espíritu Santo, ya no nos aferramos a los errores del pasado, si no que tenemos victoria en el presente y victoria en el futuro. Y otros cambios también pasan en nuestras vidas. Por esto el Apóstol Pablo escribe, “No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón.  Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:18-21) Cuando somos llenos del Espíritu, una transformación comienza en nuestras vidas. Nuestras actitudes, ambiciones, acciones, abolidas es y hasta nuestras relaciones cambian. Así como pasó en la vida del hombre que se convirtió en el Apóstol Pablo, puede pasar en nuestras vidas también. 

Actividad de seguimiento- En tu diario o en un papel, escribe una oración al Señor pidiéndole que te llene con su Espíritu Santo y Que transforme tus actitudes, ambiciones, acciones, habilidades y relaciones. Se específico sobre esas áreas de tu vida que necesitan ser cambiadas. Si estás guiando a tu familia durante este devocional, instruye a cada miembro a completar el mismo ejercicio en privado. 

 Oración para hoy-Señor, por favor lléname con tu Espíritu Santo y transforma mi Vida. Haz los cambios que creas necesarios. En el nombre de Jesús, Amén.

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