“En cuanto a Felipe, un ángel del Señor le dijo: «Ve al sur[a] por el camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza». Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías. El Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje». Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó: —¿Entiendes lo que estás leyendo?” (Hechos 8:26-30)
Felipe es un brillante ejemplo de lo que significa ser un Agente de Cambio. En el pasaje bíblico anterior, él escuchó al Señor y siguió su guía. Debido a su obediencia, Felipe conoció al eunuco etíope, le explicó las Escrituras y lo llevó a la fe en Jesús. Qué alegría debe haber sentido Felipe al escuchar a su nuevo converso decir: “¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?" (Hechos 8:37) Felipe bautizó al eunuco y pronto se encontró con más oportunidades para compartir el amor de Jesús con otros en Azoto y Cesarea.
Si deseamos ser Agentes de Cambio como Felipe, debemos estar dispuestos a escuchar la voz del Señor. En el pasaje bíblico anterior, el Señor habló a Felipe a través de un ángel y del Espíritu Santo. De manera similar, el Señor nos comunica Su voluntad a través de Su Palabra (Salmo 119:104-105), Su Espíritu (Hechos 13:2), otros cristianos maduros (Proverbios 15:22), circunstancias (Apocalipsis 3:7), sueños y visiones (Joel 2:28) y ángeles (Mateo 1:18-23). Francamente, Dios puede hablarnos de la manera que desee, y a menudo lo hace, pero para conocer su voluntad, debemos orar y tener un oído atento. Necesitamos seguir el consejo que Eli le dio a Samuel en el Antiguo Testamento. Él dijo: "Ve y acuéstate de nuevo, y si alguien vuelve a llamarte, di: 'Habla, Señor, que tu siervo escucha.” (1 Samuel 3:9)
Si deseamos ser Agentes de Cambio como Felipe, debemos estar dispuestos a someternos a la voluntad del Señor. Aunque Felipe formaba parte de un gran trabajo de avivamiento en Samaria, estuvo dispuesto a ir a donde sea necesario para que el Señor pudiera utilizarlo de otras formas. Si queremos ser utilizados por Dios como Agentes de Cambio, debemos estar dispuestos a ir a donde el Señor nos pida ir, cuando Él nos lo pida. Debemos hacernos esta pregunta: "¿Soy como Felipe? ¿Estoy dispuesto a dejar la comodidad de donde estoy actualmente para obedecer la dirección del Señor y cumplir Su voluntad?" Felipe no era pastor, misionero o evangelista. Simplemente era un cristiano que había sido llenado del Espíritu Santo y que vivía diariamente en el poder del Espíritu Santo. Debemos seguir su ejemplo si realmente deseamos ser Agentes de Cambio para el Señor.
Actividad de seguimiento- En algún momento de hoy, ora y pídele al Señor que te llene con su Espíritu y te permita ser un Agente de Cambio para Él de la manera que Él pida y en el momento que Él pida. Si estás guiando a tu familia en este tiempo de devocional, guía a cada miembro para que realice la actividad anterior.
Oración para hoy- Señor, quiero ser un Agente de Cambio para ti. Ayúdame a estar siempre dispuesto a escuchar tu voz y someterme a tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amen.