El Apóstol Pablo- “Porque todavía están bajo el control de su naturaleza pecaminosa. Tienen celos unos de otros y se pelean entre sí. ¿Acaso eso no demuestra que los controla su naturaleza pecaminosa? ¿No viven como la gente del mundo?” (1 Corintios 3:2-3).
Los niños pequeños raras veces se preocupan de los grandes problemas de la vida. Son completamente centrados en ellos mismos. Están muchas veces obsesionados con obtener lo que ellos quieren, aunque esto afecte de manera negativa a otros. Cristianos “carnales”, antinaturales, actúan de la misma manera.
Aprendemos de la Biblia que la iglesia de los Corintios se había involucrado en una discusión insignificante sobre diferentes personalidades Cristianas. Ellos estaban envueltos en el síndrome del predicador favorito. Algunos estaban en el campamento de Pablo porque él era un gran teólogo. Otros estaban en el de Pedro, porque decía las cosas como son. Y los demás estaban del lado de Apolo porque era un gran orador (y tenía un gran nombre). La respuesta del Apóstol Pablo a esta riña fue la siguiente: “Cuando uno de ustedes dice: «Yo soy seguidor de Pablo» y otro dice: «Yo sigo a Apolos», ¿no actúan igual que la gente del mundo?” (1 Corintios 3:4) Luego en el mismo capítulo, Pablo escribe, “Así que no se jacten de seguir a un líder humano en particular. Pues a ustedes les pertenece todo: ya sea Pablo o Apolos o Pedro, o el mundo, o la vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes, y ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios.” (1 Corintios 3:21-23)
Los “Cristianos carnales” son Cristianos “camaleones” quienes actúan como las personas perdidas, no salvas del mundo- y esta es una forma “antinatural” de vivir. Aunque esto es fácil de reconocer, debemos recordar que cada uno de nosotros, en algún momento u otro, hemos actuado como Cristianos “carnales”. De alguna forma u otra, todos hemos sido esclavos de ataduras como la ira, la amargura, el espíritu crítico, etc…Pero, si nos rendimos al Señor y nos sometemos al poder y la voluntad del Espíritu Santo, no tenemos que vivir de esa manera. El Apóstol Pablo escribe, “Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.” (Gálatas 5:16)
El Apóstol Pablo aprendió como vivir de forma sobrenatural en vez de hacerlo natural o antinaturalmente. El escribe, “He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor. Así que ya ven: en mi mente de verdad quiero obedecer la ley de Dios, pero a causa de mi naturaleza pecaminosa, soy esclavo del pecado.” (Romanos 7:21-25)
Actividad de seguimiento- En una tarjeta o papel, escribe Romanos 7:21-25 y léelo otra vez antes de cada comida. Si estas guiando a tu familia durante este devocional, pídele a cada persona que haga lo mismo y léanlo juntos antes de cada comida hoy.
Oración para hoy- Señor, ayúdame a siempre vivir una vida enfocada en ti. en el nombre de Jesús, Amén.