1 de Marzo, 2023
Afirmando Nuestra Devoción Por El Señor
Nehemías - “Esdras estaba de pie en la plataforma a plena vista de todo el pueblo. Cuando vieron que abría el libro, se pusieron todos de pie. Entonces Esdras alabó al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, con las manos levantadas, exclamó: «¡Amén! ¡Amén!». Luego se inclinaron y, con el rostro en tierra, adoraron al Señor.” (Nehemías 8:5-6)
PENSAMIENTO DEVOCIONAL
Los israelitas estaban asombrados por lo que el Señor había hecho por ellos. Ellos mostraron su agradecimiento al Señor en su adoración. De manera similar, debemos asombrarnos de lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas. Debemos estar tan agradecidos por Él que lo adoremos fervientemente. La Biblia dice que “¡El Señor es grande y merece nuestra mayor alabanza! Él es el único Dios digno de nuestra adoración”. (1 Crónicas 16:25 NVI). Jesús dijo que debemos amar y adorar al Señor con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas (Marcos 12:30), lo que significa que debemos ser apasionados, decididos y productivos en nuestros servicios de adoración públicos y privados.
Podemos adorar al Señor de muchas maneras diferentes. Primero, podemos adorar al Señor alabándolo con nuestros labios. Del Señor, el Rey David escribe: “Todas Tus obras Te agradecerán, Señor, y Tus fieles seguidores Te alabarán. Hablarán de la gloria de tu reino; darán ejemplos de tu poder. Hablarán de Tus proezas y de la majestad y la gloria de Tu reino”. (Salmo 10-12). Segundo, podemos adorar al Señor cantándole. El salmista escribe: “Acerquémonos a él con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza”. (Salmo 95:2). Luego, podemos adorar al Señor aplaudiendo y gritando Su alabanza. La Biblia dice en el Salmo 47, ¡Vengan todos! ¡Aplaudan! ¡Griten a Dios con alabanza gozosa!” (Salmo 47:1) También podemos adorar al Señor levantando nuestras manos. El rey David también escribe: “Te alabaré mientras viva, levantando mis manos hacia Ti en oración”. (Salmo 63:4). Otra forma en que podemos adorar al Señor es inclinándonos ante Él. El salmista escribe: “Venid, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos ante el Señor nuestro Hacedor”. (Salmo 95:6). Finalmente, podemos adorar al Señor dándole generosamente. El salmista escribe: “¡Dad al Señor la gloria que se merece! Trae tu ofrenda y ven a adorarlo”. (Salmo 96:8).
ACTIVIDAD DE SEGUIMIENTO
Hazte las siguientes preguntas: ¿Qué cambios necesito hacer para convertirme en un adorador del Señor más fiel y ferviente? ¿Cuándo fue la última vez que hablé de las grandes cosas que el Señor ha hecho? ¿Con qué frecuencia le canto? ¿Alguna vez aplaudo y grito Su alabanza? ¿Me avergüenzo alguna vez de levantar mis manos hacia Él en adoración? ¿Alguna vez me inclino ante Él en adoración? ¿Le traigo ofrendas con espíritu de adoración? Después de hacerte estas preguntas, escribe una oración al Señor, pidiéndole que te guíe para convertirte en un cristiano que lo adore en espíritu y en verdad. Si estás guiando a tu familia a través de esta devoción, pide a cada miembro que escriba su propia oración, similar a la anterior. Luego, uno por uno, pide a cada miembro que lea su oración en voz alta.
ENFOQUE DE ORACIÓN
Señor, ayúdame a adorarte más plenamente. Ayúdame a afirmarte por lo que eres y por todo lo que haces. En el nombre de Jesús, Amén.