29 de Marzo , 2023
El Secreto Del Contentamiento
El Apóstol Pablo – “He aprendido a estar contento con lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.” (Filipenses 4:11-13)
PENSAMIENTO DEVOCIONAL
Se cuenta una historia sobre un cuáquero devoto y su satisfacción. Un día, un nuevo vecino se mudó a su lado. Observó cómo entraban todo tipo de electrodomésticos modernos, aparatos electrónicos, muebles lujosos y costosos tapices. Mientras el nuevo vecino caminaba desde su costoso auto deportivo hasta la puerta de su casa, el cuáquero gritó: “Hola, vecino. Bienvenido al barrio. Si descubre que le falta algo, hágamelo saber y estaré feliz de mostrarle cómo vivir sin eso”.
Como entendió el cuáquero, la satisfacción no está determinada por cuánto dinero ganamos o cuántas cosas tenemos. Eso no significa que no podamos estar contentos si somos ricos. El contentamiento ciertamente puede llegar a alguien que es rico. El rey Salomón escribe: “Es bueno recibir riquezas de Dios y buena salud para disfrutarlas”. (Eclesiastés 5:19.) Debería saberlo porque era un hombre extremadamente rico. Entendió lo que era ser bendecido por el Señor. Ciertamente no está mal ser bendecido porque Dios quiere que utilicemos y disfrutemos de lo que Él nos ha bendecido. Si Él nos ha bendecido con más de lo que absolutamente necesitamos, podemos considerarnos ricos y debemos estar agradecidos.
También podemos tener contentamiento cuando tenemos Pobreza Económica. Tómate un minuto y vuelve a leer el devocional de hoy: “He aprendido a estar contento con lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas”. (Filipenses 4:13) Curiosamente, Pablo estaba en prisión cuando escribió el libro de Filipenses. Eso significaba que no tenía dinero para gastar, ni casa para vivir, ni medio de transporte. Básicamente no tenía nada. Sin embargo, todavía estaba contento. Entendió que podía estar contento y continuar sirviendo al Señor en sus circunstancias. Lo mismo es cierto para nosotros. Si tenemos al Señor en nuestras vidas, también podemos estar contentos sin importar nuestras circunstancias.
ACTIVIDAD DE SEGUIMIENTO
En tus propias palabras, vuelve a escribir Filipenses 4:11-13 en una hoja de papel y léelo en tres momentos diferentes hoy para ayudarte a recordar estar contento. Si estás guiando a tu familia a través de esta devoción, lleva a cada miembro a hacer el mismo ejercicio.
ENFOQUE DE ORACIÓN
Señor, ayúdame a ser como el apóstol Pablo y aprender a estar contento sin importar mis circunstancias. Ayúdame a recordar que todo lo puedo en ti, el que me fortalece.