25 de Marzo , 2023
Las Recompensas De La Generosidad
El Apóstol Pablo - “Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos. Diles que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros. De esa manera, al hacer esto, acumularán su tesoro como un buen fundamento para el futuro, a fin de poder experimentar lo que es la vida verdadera.” (1 Timoteo 6:17-19)
PENSAMIENTO DEVOCIONAL
Randy Alcorn escribió una vez: “Nuestra administración de nuestro dinero y posesiones se convierte en la historia de nuestras vidas”. Esto tiene mucho sentido porque dentro del alma de cada persona está el deseo que Dios nos dio de vivir como personas generosas. La generosidad es esencial para seguir a Jesús. Lo que el Señor espera que hagamos en la vida no se puede hacer si no tenemos actitudes generosas. Si no somos personas generosas, ¿cómo podemos confiar en Dios lo suficiente como para vivir vidas sacrificiales para Él y también servir a los demás al mismo tiempo? Podemos dar al Señor y a los demás sin amarlos, pero no podemos amar a Dios ya los demás sin darles generosamente.
La verdad es que somos más como Jesús cuando somos generosos. Jesús les dijo a sus discípulos: “Así como yo los he amado, deben amarse unos a otros. Su amor mutuo demostrará al mundo que son mis discípulos”. (Juan 13: 34-35) Al vivir esta escritura, no podemos simplemente decir: "Amo a los demás como el Señor los ama". Tenemos que demostrarlo demostrando nuestro amor y preocupación por los demás a través de nuestro servicio a ellos, a través de lo que compartimos con ellos y a través de nuestra generosidad. El Apóstol Juan escribe: “No amemos de palabra ni de lengua, sino con hechos y en verdad”. (1 Juan 3:18) En otras palabras, si simplemente decimos que amamos a los demás y nunca demostramos ese amor, simplemente nos estamos engañando a nosotros mismos. Una forma de expresar ese amor es a través de nuestra generosidad.
La generosidad no es solo dar ocasionalmente a alguien que lo necesita o poner nuestro cambio extra en el cubo de Santa del Ejército de Salvación. La generosidad no es un comportamiento aleatorio o fortuito, sino un rasgo consistente de estar dispuesto a dar nuestro dinero, tiempo y posesiones al Señor ya los demás. La Biblia enseña que debemos aprender a ser generosos con los recursos que tenemos en este momento, sin importar cuán escasos puedan ser, si vamos a ser generosos con nuestros recursos en el futuro.
El evangelio de Marcos nos cuenta la historia de una viuda pobre que no tenía casi nada para dar al Señor. Un día, ella vino al Templo mientras Jesús estaba allí. Era obvio que a Jesús le preocupaba cuánto daría la gente porque notó que la señora puso 2 monedas pequeñas en la canasta de la ofrenda. Lo que dio la viuda no fue mucho dinero, pero Jesús, siendo el Hijo de Dios, sabía que ella había dado todo lo que tenía para dar. En ese momento, Jesús podría haberle dicho que no se preocupara por dar porque su regalo era muy pequeño, pero en cambio aplaudió su generosidad. ¿Por qué? Porque Él espera que todos seamos generosos cuando se trata de dar al Señor y a los demás. Es un hecho casi definitivo que casi todos los que leen esta devoción poseen más que esa pobre viuda. Jesús dijo: “Mucho se requiere de aquellos a quienes mucho se les da, y mucho más se les requiere de aquellos a quienes mucho se les da”. (Lucas 12:48) Se nos ha dado mucho. Si no lo hacemos, no aprendemos cómo manejar los recursos con los que el Señor nos ha bendecido de la manera que Él desea, nunca podremos vivir la vida que Él nos creó para vivir.
ACTIVIDAD DE SEGUIMIENTO
Hazte esta pregunta: ¿Soy generoso con mi tiempo, talentos, finanzas y recursos? ¿De qué manera podría mejorar? Escribe tus respuestas en tu diario o en una hoja de papel y luego ora, pidiéndole al Señor que te ayude a crecer en tu generosidad. Si estás guiando a tu familia a través de esta devoción, guía a cada miembro para que se hagan las mismas preguntas. Luego, oren en familia y pídanle al Señor que los ayude a convertirse en una familia conocida por su generosidad.
ENFOQUE DE ORACIÓN
Señor, me has dado tanto. Ayúdame a convertirme en la persona generosa que Tú me creaste para ser. En el nombre de Jesús, Amén.