El Apóstol Pablo - “Usamos las armas poderosas de Dios, no las del mundo, para derribar las fortalezas del razonamiento humano y para destruir argumentos falsos. 5 Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo.” (2 Corintios 10:4-5)
Superar nuestras luchas contra nuestra naturaleza pecaminosa comienza al activar nuestro inventario moral personal. Esto significa tomarse el tiempo de hacer una autoevaluación exhaustiva donde nos hagamos preguntas difíciles- ¿Que está mal en mí? ¿De que me arrepiento en la vida? ¿Qué me hace sentir culpable? ¿Qué me hace sentir remordimiento? ¿Cuáles son las fallas en mi vida que yo se necesitan ser cambiadas? Esto significa orar, como el Salmista-“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda
y guíame por el camino de la vida eterna.” (Salmos 139:23-24) Hacer este exhaustivo inventario nos ayudara a descubrir nuestras fallas para que podamos comenzar a experimentar sanidad y recuperación en nuestras vidas.
Superar nuestras luchas contra nuestra naturaleza pecaminosa también comienza con aceptar la responsabilidad por nuestras fallas. Lo que más nos impide poder sanar somos nosotros mismos. Tenemos que ser honestamente radicales y estar decididos al decir “Yo soy el problema.” Muchos pensamos, “Si cambio mis relaciones, mi trabajo o mi ciudad, entonces todo va a estar bien.” El único problema es que donde quiera que vamos ahí estamos y seguimos arruinando las cosas. El Apóstol Juan escribe, “Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la verdad.” (1 Juan 1:8) Necesitamos dejar de tratar de escapar y poner excusas y simplemente admitir responsabilidad por nuestras fallas.
Superar nuestras luchas contra nuestra naturaleza pecaminosa comienza con pedirle perdón a Dios. El Apóstol Juan escribe, “Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9) Si libremente admitimos nuestra culpa y pecado, Dios nos perdonara y limpiara de nuestras inmundicias. No tenemos que rogar, sobornar, ni siquiera negociar con el Señor. Todo lo que tenemos que hacer es creer.
Actividad de seguimiento- Comienza el proceso de superar las luchas con tus deseos pecaminosos comenzando con tu inventario moral personal. Encuentra un diario, un archivo de Google o un documento Word, o una hoja de papel en blanco y comienza respondiendo las preguntas de la primera sección de este devocional. Cuando termines, atraviesa el proceso de admitir tus culpas pidiéndole al Señor por su perdón. Si estas guiando a tu familia a través de este devocional, guía a cada miembro a completar este ejercicio.
Oración para hoy- Señor, guíame mientras me evalúo, admito mis fallas y pido perdón. Dame valor para seguirte completamente. En el nombre de Jesús, Amén.