El Apóstol Pablo- “Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones.” (Gálatas 5:16-17)
¿Alguna vez has notado como algunas personas se ponen muy tontas cuando han consumido mucho alcohol? Un hombre estaba en una en el techo de una casa y había consumido bebidas alcohólicas en exceso. Él se puso de pie delante de sus amigos y anunció, “Creo que puedo volar.” Aunque muchos de sus amigos se rieron de él, el salió corriendo al borde del techo y saltó del otro lado, moviendo sus brazos libremente. El hombre, cayó al suelo y aterrizó en la entrada. Su pierna derecha se rompió instantáneamente. Más adelante, cuando uno de sus compañeros de bebida, fue a visitarlo al hospital le preguntó a su amigo, “¿Por qué no intentaste detenerme?” Su amigo me respondió, “¡Estaba tan borracho que realmente creo que podías volar!”
Cuando alguien está borracho, parecieran estar fuera de control, pero eso no real. Durante la intoxicación las personas no son controladas por su moral, pensamientos racionales o facultades físicas. Sino que, están siendo controlados por el poder del alcohol. El Apóstol Pablo escribe “No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo.” (Efesios 5:18) Pablo nos está ayudando a entender que Dios nos dice “No quiero que tú comportamiento o tu vida sea controlada por el vino o por otra cosa o persona o filosofía más que no la mía.” Dios no quiere que nuestras vidas Sean controladas por el alcohol, drogas, personas o conversas y cualquier otra cosa.
Cuando somos llenos del Espíritu Santo, somos dirigidos por Él. Los efectos del alcohol influyen en cómo pensamos, sentimos y actuamos; pero el Espíritu De Dios quiere guiarnos en cómo pensamos, sentimos y actuamos. El Día de Pentecostés, “Luego, Pablo y Silas viajaron por la región de Frigia y Galacia, porque el Espíritu Santo les había impedido que predicaran la palabra en la provincia de Asia en ese tiempo. Luego, al llegar a los límites con Misia, se dirigieron al norte, hacia la provincia de Bitinia, pero de nuevo el Espíritu de Jesús no les permitió ir allí.” (Hechos 16:6-7) Pablo y Silas eran sensibles a la dirección del Espíritu Santo y obedecían su voz. Cuando el Espíritu Santo está en control de nuestras vidas, responderemos a su dirección también.
Actividad de seguimiento- En tu diario o en un papel, escribe una oración al Señor, pidiéndole que te llene con el poder se su Espíritu Santo y te guíe a cómo pensar, sentir y actuar. Si estás guiando a tu familia a través de este devocional, instruye a cada miembro a escribir su propia oración siguiendo la guía de arriba.
Oración para hoy- Señor, ¿puedes dirigirme por el poder de tu Espíritu Santo? En el nombre de Jesús, Amén.